Creo que podré ser capaz de estar ahí para tí, sin preguntarte. Simplemente estar. Lo decidí sin ser consciente aquella tarde en la playa más bonita a la que he ido jamás. Y fue tan preciosa porque estabas tú conmigo, y porque fuiste tú quien me llevó. ¿Sabes? Es difícil, el morderme la lengua y atarme los pensamientos hace daño y es cansado. Pero es que te miro y encuentro la razón para no remover nada de lo pasado...aunque luego, cuando estoy sola...es otro cantar. Los pensamientos dan vueltas a velocidades crecientes. Y el dolor el mi pecho se hace insoportable.
Aguantaré. Por tí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Yo cuento, y tú ¿qué me quieres contar?